Harina de fuerzas y las Harinas normales poseen diferencias entre las que vale la pena conocer. Cuando se piensa elaborar alguna receta donde se especifica el tipo de harina, es común preguntarse si puede reemplazarse con otra.
Este caso es muy común con las recetas donde se usan harinas de fuerza, y donde surge la pregunta de si se puede usar harina normal para lo mismo. En este artículo, podrás descubrir las grandes diferencias entre la harinas de fuerza y normales.
¿Qué es la harina de fuerza y la harina normal?
Antes de comenzar a explicar las diferencias entre harinas de fuerza y harinas normales, es importante definir cada una.
Las harinas de fuerza es un tipo de harina con alto contenido en gluten. Esta es su principal característica, ya que le permitirá tener una consistencia adecuada para preparaciones con grandes cantidades de gluten y grasas.
Por otro lado, la harina floja o comúnmente llamada harinas normales, es todo lo contrario. Es baja en gluten, por lo que es necesario que se deje reposar para que su tamaño incremente. Es un proceso previo antes de empezar a preparar recetas. No posee mucha consistencia por su contenido bajo en gluten.
¿Cuál es la diferencia entre harinas de fuerza y harinas normales?
De antemano se puede mencionar que ninguna de estas harinas sustituye a la otra. Sus propiedades son muy diferentes al igual que las preparaciones de cada una.
A primera vista se puede determinar una diferencia obvia entre ambas harinas con solo entender su definición: La de fuerza posee gran cantidad de gluten, mientras que la harina floja no posee mucha cantidad de gluten.
El gluten permite mayor consistencia y la capacidad de absorber más agua. Si la harina no posee un contenido de gluten elevado, es entonces cuando se determina que no es consistente y la absorción de agua es pequeña. Debido a esto, la harina floja recibe este nombre por su bajo contenido en gluten.
Esta pequeña diferencia entre masas, es suficiente para saber que las preparaciones de cada harina son distintas.
¿Es mejor la harina de fuerza que las harinas normales?
Ninguna de estas harinas es mejor que la otra, pues son muy diferentes y se enfocan en preparaciones distintas.
Por ejemplo, la harina de fuerza es ideal para preparar recetas que requieran de mucho gluten, grasa y consistencia. Las harinas normales, en cambio, son perfectas para preparaciones donde se necesite una masa suave, esponjosa y de textura blanca.
Algunos ejemplos de recetas con harina de fuerza son: Bollos, panes, los panes dulces, el brioche, el roscón de reyes, panettones, croissants, etc.
Mientras que, la harina normal tiene estos ejemplos: bizcochos, churros, crepas, brownies, magdalenas, gofres, y otras preparaciones de repostería. Algunas preparaciones con harina floja requieren del uso de levadura química.
¿Se pueden mezclar ambas harinas?
También es importante aclarar que, aunque las harinas sean muy distintas, sí es posible usarlas en conjunto. Las harinas pueden mezclarse, es una característica que todas las harinas poseen.
En este caso, la harina de fuerza y la harina normal, forman un ingrediente que deja como resultado, preparaciones esponjosas y de textura suave pero consistentes. Muchas de las comidas que utilizan harina y que son muy comunes, son preparadas con una mezcla de ambas harinas.
Por ejemplo, las masas de hojaldre son preparadas con harina de fuerza y harina normal. De igual forma, están algunas masas para pizzas, donas, croissants que tengan diferente contextura respecto a los que son elaborados con harina de fuerza, etc.
Conclusión
Tanto la harina de fuerza como la harina normal poseen sus propias características, y permiten la elaboración de alimentos diferentes. Debido a esto, no existe un tipo de harina que sea superior a la otra, puesto que están enfocadas en preparaciones con texturas muy distintas.
Por otro lado, también se puede encontrar un punto intermedio entre ambas harinas, usando ambas a la vez. La harinas de fuerzas en conjunto con la harinas normales, abre las posibilidades a variar las preparaciones de ciertos alimentos.
Sin embargo, al final de todo, la de fuerza no puede reemplazar a la harina normal ni viceversa. Debido a esto, las preparaciones con harina de fuerza por ejemplo, no se verán ni sabrán igual si se utiliza una harina floja en su lugar.